Tirados en la cama, a conversar por conversar.
Amarse para qué!. Si así se siente bien.
Con las cabezas hundidas en los almohadones blancos sobre
el plumón tibio, moviendo los pies con calcetines de colores
que acompañaban a los idilios de sus palabras sin un poquito
de sentido.
-¿Dónde estará? ¿qué estará haciendo?, ¿te lo has preguntado alguna vez?
-¿dónde estará quién? ¿de quién estás hablando?
-Del hombre que será el padre de mi hijo, hija, hijos no lo sé, de tenerlos claro. ¿Nunca lo has pensado? si llegases a tener un hijo, ¿no te gustaría saber quién será su madre, qué será de su vida en estos momentos, con quién estará y si es feliz?. La verdad es que yo me lo pregunto bastante. Suelo creer que no lo conozco y que no lo he visto jamás. Pienso que no se podría llegar a imaginar cómo seré yo, ni siquiera tal vez piensa en tener un hijo. Y la verdad es que ni siquiera yo lo pienso tantas veces, sólo para preguntarme cómo sería el padre, o tal vez cómo es el hombre que podría llegar a considerar algún día tener un hijo conmigo, es terriblemente extraño y a lo mejor pienses que estoy sumamente loca y que mejor hablemos de otra cosa no?.
-La verdad es que jamás lo habría pensado, quizás luego me lo pregunte...hace un tiempo te has convertido en una persona muy existencialista, creo que se debe a algo en especial, pero no sé lo que es.
-Cuando las personas se encuentran en situación de pareja, la verdad es que no se dan el tiempo de penar mucho, y bueno es obvio que sea así, ya que se es feliz o por lo menos eso opino yo, solo se siente, para qué pensar cuando los sentimientos a uno le bastan?. En cambio cuando se está solo, y lo único que se anhela es ser feliz, no te queda otra que pensar y pensar, esa es tal vez la razón.
-La soledad no es tan mala.
-Claro, cuando se vive acompañado.
