octubre 10, 2006

éutoffé




Cae, cada vez más profundo.
Rasga las paredes del interior con ojos rojos de terror que nadie parece notar.
Desesperanza y ansias de que acabe pronto.
Uñas rojas de aferrarse a la nada, la desolación se siente familiar.
Un grito ahogado que parece explotar en el pecho presionado por la tristeza del alma
sin causa aparente.
Cuando las miradas hablan todos son ciegos.
Las palabras hacen de lazarillo dudoso por sobre relaciones de papel.
Las huellas se van diluyendo sin marcar a nadie en particular.
Existencias que no existen / imágenes que no duelen.
Circunstancias desconocidas no repercutirán en las vidas de ninguna manera.
Curiosas ocasiones despiertan destellos de realidad, pizcas de veracidad.
Dolores enmascarados bajo caras insípidas
rostros comunes
ojos calmos
.
.
.
me ahogo en un grito
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